Cristiano y Messi son humanos. Seres terrenales, pero con poderes ilimitados. Eso de desprende de sus números. Uno está acostumbrado a echar un vistazo a todas las estadísticas y no hay ninguna en la que el madridista y el azulgrana aparezcan primero o segundo, y si han tenido un mal día ni siquiera bajan del top cinco.