—Yo te voy a llevar a un buen lugar de pastas, vas a ver. —le comentó Camus separándose y abriendo la puerta despacio.
Milo lo siguió atrás, después de tomar el teléfono y enviarle un mensaje a Aioria.
"¿Sabes qué? Olvídalo. Los videojuegos pueden esperar. Camus no va a lo del idiota de Surt, tenemos una linda noche de "reconciliación" por delante. No me esperen"
Por mucho que Camus pudiera fastidiarle con su personalidad fría y su temple natural ante todo, Milo estaba completa y totalmente enamorado de él. Y haría lo que fuera por hacerlo reír y verlo perder los estribos. Aunque eso significara escaparse del colegio a una plaza y cocinar cosas horribles drogados. ¿No se trataba de eso el amor?